lunes, 8 de marzo de 2010

Capitulo #17: Llamadas

Al siguiente día sonó el despertador, entro sol por la ventana y me levante teniendo la idea, de que era un día de escuela, hasta que me puse el uniforme, recordé que era sábado, así que tuve que quitármelo, y ponerme ropa normal, baje corriendo las escaleras y encontré una nota de mi mamá.
Eli:
Tu padre y yo fuimos a ver a tu tía Blanca por que está muy enferma, pero no te preocupes, regresaremos como a las 7:00, si quieres puedes salir con tus amigos, solamente avísanos, ¿de acuerdo?
Atte.: Mamá
La verdad, no tenía muchas ganas de salir, pero si me daban una buena opción, tal vez la tomaría.
Fui directamente hacia la cocina para comer un poco de cereal con leche, cuando estaba a punto de terminar, sonó el teléfono así que conteste
-¿Bueno?
-Hola
-¿Diego?
-Si, oye, ¿regresaste bien a casa?
-Si pero, ¿cómo conseguiste mi teléfono?
-Aaa, me lo dio Alex
-Aaa está bien
-y… ¿cómo estás?
-Bien gracias
-¿Mario no te siguió molestando?
-Gracias a Dios no
-Está bien, pero no dudes en llamarme por si pasa algo, ¿de acuerdo?
-Si claro
-Bueno, adiós
-Adiós
Al colgar, termine de desayunar, y lave los trastes, como no tenía nada que hacer, subí a mi cuarto y me dedique a escuchar música, y cuando me di cuenta, ya habían pasado 2 horas, pero no importaba ya que no tenía nada que hacer, justo cuando acabo la última canción del disco, volvió a sonar el teléfono, pero ahora era Alex.
-¿Bueno?
-Hola Eli, ¿qué haces?
-Hola Alex, pues en realidad nada interesante
-Aaaa, esta bien
-Oye, Diego me dijo que le diste mi teléfono
-Aaaa, si, es que me lo pidió ayer por teléfono, así que se lo di- me explico- ¿te molesto?
-No, solamente te hacia el comentario-la verdad, es que si me había molestado un poco pero solo al principio, y en ese momento me acorde de que… pero se me olvido pedirle el suyo, ¿me lo das?
-Si claro, es 4-75-63-92
-está bien, gracias
-No hay de que
-Nos vemos el lunes
-Hasta el lunes
Cuando colgué, regrese a lo que hacía anteriormente, pero esta vez, baje un poco el volumen, tome uno de mis libros favoritos, y empezó a leer, termine de leer dos capítulos cuando me dio hambre otra vez, y ,¿Cómo no?, ya eran las 3:30 de la tarde, así que me puse a hurgar en el refrigerador para ver que había de comer, encontré un poco de sopa, y una milanesa con un poco de ensalada, así que la calenté, justo cuando iba a empezar a comer, sonó de nuevo el teléfono y conteste.
-¿Diga?
-Hola Eli, soy Mario- al oír quien era, me llene de miedo, pero más de ira
-¿Qué quieres?- pregunte muy enojada
-Pues… solo pedirte perdón por lo que paso, ya sabes…
-Pues no, no te perdono y pun…
-Solo déjame explicarte, mira, es que fue un impulso, en serio, no lo hice a propo…-dijo antes de que yo pudiera acabar la oración
-Ya te dije que no, y mi decisión no va a cambiar- en ese instante, no deje que me dijera nada, simplemente colgué.
Al poco rato de que termine de comer, llegaron mis padres, ya era tarde, y no sé por qué, ya me sentía cansada, así que subí a mi cuarto, mire un rato la televisión, y después fui a dormir, estuve una pesadilla horrible en la que estaba dormida, pero de repente empecé a oír ruidos, me levante, y Mario estaba ahí, y revivió aquel momento tan desagradable, por fortuna, un rayo de sol, que entro por la ventana me despertó, baje a desayunar, mi madre ya había hecho el desayuno, hizo hotcakes, casi nunca le salían bien, pero hoy era la excepción, el día se fue tan rápido que casi no lo sentí, realmente no paso nada interesante en ese día, no hubo ninguna llamada, y ninguna disculpa no perdonada.

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